Nelson Román, un pintor ecuatoriano mágico
En el último período Román hurga en el folclor y enriquece sus telas con lo lúdico y lo mágico de la fiesta campesina
Pintor nacido Latacunga en 1945.
Pertenece a esa generación Recuperadora, de Feísmo y Magicismo que, segura de lo que podía aportar, exigió un espacio para expresarse dentro de las nuevas corrientes del arte ecuatoriano.
En busca de nuevas formas, colores y técnicas, a principios de la década de los setenta viajó a París, donde además se especializó en el arte del grabado. En 1975 expuso en la Unión Panamericana y al año siguiente en la Biblioteca Luis Angel Arango, de Bogotá; y a su regreso, en 1977 se convirtió en la gran figura del III Salón Nacional de la Casa de la Cultura.
En el último período Román hurga en el folclor y enriquece sus telas con lo lúdico y lo mágico de la fiesta campesina danzantes, máscaras, símbolos, rituales. También se apoya en lo popular para ascendrar técnicas e intensificar o sutilizar la cromática. El dibujo feísta conserva el lugar protagónico, pero enriquecido por alusiones mágicas aureolas, por ejemplo, o alas de fino trazado en oro-. Todo adquiere dimensión semántica, desde la composición hasta el color (Hernán Rodríguez Castelo.- El Siglo XX en las Artes Visuales de Ecuador, Banco Central de Guayaquil).
Fuente : enciclopediadelecuador.com
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